LA ESCARAPELA ARGENTINA
El día 18 de febrero de 1812, el Triunvirato formado por Juan José Paso, Sebastián Chiclana y Manuel Sarratea, respondió favorablemente -mediante decreto- al Jefe del Ejército Mayor, Manuel Belgrano “que el gobierno ha resuelto que se reconozca y use por las tropas, la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, que deberá componerse de dos colores: blanco y azul celeste, quedando abolidas desde esta fecha la roja que antiguamente se distinguía”.
De esta manera respondía a la solicitud del General, que por nota había solicitado, el 13 de febrero de ese mismo año, que se fije el uso de la escarapela nacional, como emblema distintivo de las tropas nacionales.
De esta manera se buscaba unificar los distintos colores, que desde los albores de la Revolución de Mayo de 1810, venían luciendo los patriotas criollos como símbolo de identidad.
Si bien no puede establecerse con certeza el origen de los colores de la escarapela. La misma significó un importante estímulo en el estado de ánimo de las tropas que iban al campo de batalla, luciendo distintos estandartes.
La idea de Belgrano era unificar en una bandera y en una escarapela, un símbolo que sea sello de identificación de los que luchaban por la emancipación nacional.
La escarapela y la bandera nacional, deben ser, hoy más que nunca, símbolos de lucha por nuestra soberanía, y de la segunda y definitiva independencia, contra toda dominación colonialista extranjera o interna.
Eduardo Barreto – Leticia Codazzi
Área de Investigaciones Históricas
Museo del Hombre Chaqueño “Profesor Ertivio Acosta”