viernes, 16 de septiembre de 2016

ANIVERSARIO DE LA NOCHE DE LOS LÁPICES

El Área de Investigaciones Históricas -ÁIH- del MuHoCh, evoca en esta jornada dos hechos trágicos de la historia nacional, que si bien están separados en el tiempo, tienen un hilo en común.
Algo más de veinte años de diferencia separan el estallido de la revolución que acabó con el sistema democrático que presidía el general Perón, desde 1946.
Las FF.AA. cómo guardia pretoriana de los grandes intereses monopólicos y de la burguesía terrateniente local quebraron el orden constitucional, con sus tanques y aviones, con base en Córdoba.  Y contando como jefes a Eduardo Lonardi, Pedro E. Aramburu e Isaac Rojas, que llegaron para imponer el terror y  preparar el terreno para la aplicación de recetas liberales.  El general Perón presentó su renuncia tres días después.
Fue durante otro proceso genocida y con la utilización del terrorismo de estado que el 16 de setiembre de 1976, un grupo de tareas terminó con la vida de jovenes estudiantes secundarios, la mayoría militantes, que circunstancialmente luchaban por el boleto estudiantil. Ellos tenían perfectamente claro que la única manera de contribuir a una sociedad más justa era a través de la lucha popular, así como los 30.000 desaparecidos durante el proceso de reorganizacion nacional y los que resitieron a la Revolución Libertadora del 55.
Memoria, Verdad y Justicia son hoy las banderas que se levantan para rendir el sentido homenaje a quienes cayeron luchando por una Patria digna.

sábado, 3 de septiembre de 2016

EL RETORNO DE EVITA

El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño, recuerda hoy 3 de setiembre el día de la devolucion del cadáver de Eva Perón.
Había sido robado de la sede de la CGT, en los primeros meses de ocurrida la Revolucion Libertadora en setiembre de 1955, encabezada por los generales Lonardi, Aramburu y el Almirante Rojas.
Perón, recibió los restos de Evita, su segunda esposa, que había desempeñado un importante rol social en la Fundación que llevaba su nombre hasta 1952, en que se produjo su muerte.
En Puerta de Hierro, en 1971, su residencia madrileña en el exilio desde 1955, el General Perón recibió aquel preciado cuerpo, que había sido enterrado con nombre falso en un pueblito del norte de Italia.
La oligarquía nacional, asociada a los capitales extranjeros, contando con el guiño de la mayoría de los partidos políticos de nuestro país, había hurtado el cadaver de Eva Perón con la intención de provar un golpe de efecto político y psicológico que impidiera que aquellos beneficiados por Evita, la usaran como bandera de guerra en la lucha por el retorno del General a la Argentina.