domingo, 26 de octubre de 2014

O'HIGGINS, UN LIBERTADOR

El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño recuerda a Bernardo de O`Higgins como uno de los gestores de la libertad latinoamericana.
O’Higgins nació el 20 de agosto de 1778 en Chillán (Chile) y murió el 24 de octubre de 1842 en Lima. Proveniente de una acaudalada familia chilena, de ascendencia española, cursó sus primeros estudios en Talca. Su padre (gobernador de Chile) lo envió a cursar sus estudios a Lima, y luego a Londres (1794).
En Inglaterra conoció a Francisco de Miranda, uno de los ideólogos de la emancipación americana, a la sazón en Londres temporalmente. Fracasó en su intento por volver a Chile y embarcó entonces a España, donde estuvo a punto de morir atacado por la fiebre amarilla.
Al enterarse su padre -ya Virrey del Perú- de las ideas revolucionarias de su hijo, le ordenó su alejamiento de Miranda, hecho que no cumplió por la muerte de aquel.
En 1802 regresó a Chile, donde se dedicó a administrar las chacras y otras posesiones que recibió como herencia y comenzó a reclutar soldados para la larga guerra por la independencia que se avecinaba. Decidió entrar en acción entonces cuando en septiembre de 1810 se formó la Primera Junta de Gobierno Patrio de Chile.
Elegido diputado por su distrito, pronto comprobó que la política no era su fuerte y presentó su renuncia, retornó entonces a la finca paterna donde se dedicó a formar un ejército profesional para la causa independentista.
En el mismo año ingresó oficialmente  en el Ejército, bajo las órdenes del general  José Miguel Carrera. Al tiempo, O`Higgins fue designado comandante del Ejército patriota debido al mal desempeño del jefe.
Luego de la derrota en Rancagua, se retiró hacia la Argentina y en Mendoza estableció una entrañable amistad con José de San Martín, que preparaba su ejército de Los Andes. En 1817 ambos cruzaron la cordillera  al frente de 5.000 hombres. Juntos obtuvieron el más importante triunfo en Maipú que marcó la independencia de Chile.
Como Director Supremo de Chile (1817-1823), las batallas por la libertad de América continuaron ardorosamente. Optó por abdicar de su mando y autoexiliarse en Lima ante la presión de sus rivales políticos cuyo hostigamiento no soportó.

El 24 de octubre de 1842, Bernardo de O`Higgins, uno de los padres de la Patria Latinoamericana, falleció en su domicilio de  Jirón de la Unión en Chile, a los 64 años de edad.

viernes, 17 de octubre de 2014

FALLECIMIENTO DEL COMANDANTE LUIS JORGE FONTANA

El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño, recuerda a Luis Jorge Fontana en sus multifacéticas funciones en nuestra zona.
Explorador, geógrafo, escritor, pero más que nada Fontana fue militar. Nació en Buenos Aires el 19 de abril de 1846. Fue en función de su carrera militar que incursionó en el último cuarto del siglo XIX por el noreste argentino. Ya sea como secretario General de la Gobernación o como gobernador Interino, le cupo la tarea de organizar administrativamente este Territorio y llevar adelante su tarea científica en la expediciones militares contra los indígenas, donde muchas veces le tocó colocarse al frente de las expediciones.

Por decreto del presidente Avellaneda, cuando nombró gobernador del Chaco al teniente coronel Napoleón Uriburu, hizo recaer las funciones de secretario General de la Gobernación en el teniente coronel Fontana.
Luego de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870), el gobernador del Chaco tuvo que administrar este Territorio desde su capital en Villa Occidental, a treinta y cinco kilómetros de Asunción, Paraguay . Pero cuando Brasil devolvió la Isla del Cerrito a la Argentina (1876), luego que el teniente Luis Jorge Fontana tomara posesión definitiva de la estratégica isla, fue la capital del Chaco.
En esas funciones estaba Fontana cuando el 12 de setiembre de 1876 debió asumir como gobernador interino ante la renuncia a su cargo el Gobernador Uriburu.Esa misión la cumplió hasta febrero de 1877, cuando el Poder Ejecutivo Nacional nombró a Pantaleón Gómez como primer mandatario chaqueño. Idéntico cargo asumió Fontana entre agosto y octubre de 1878.
Fue durante su gestión que el presidente norteamericano Rutherford Hayes emitió su fallo, y otorgó al Paraguay las tierras en litigio ubicadas al norte del río Pilcomayo, incluida la Villa Occidental.
El 8 de abril de 1879, el Comandante Fontana fundó a orillas del río Paraguay, la ciudad de Formosa. Al momento de cumplir con el acto escribió “Plácida fue esa primera velada de un grupo humano casi desvalido, en aquel punto del espacio, donde sólo sentimos el murmullo del río, y de vez en cuando el canto de algún ave, alarmada por nuestra presencia”, (Altamirano, Marcos. 1980)
En el mes de junio de ese año, la que era la nueva capital del Chaco se encuentraba definitivamente consolidada. La población en una gran proporción fue traída desde Villa Occidental.
En el verano de 1880, Fontana fue comisionado para realizar una campaña militar al interior del Chaco, con el objetivo de marcar la presencia militar y explorar el terreno para un camino que uniera Corrientes con Salta. En una expedición que duró 103 días, el jefe de la campaña sufrió la pérdida de un brazo, en un enfrentamiento con los indígenas en las cercanías de La Cangayé.
El Coronel Francisco Bosch, gobernador del Chaco designado en noviembre de ese año, comenzó a preparar una gran entrada al Territorio del Chaco con el fin de someter definitivamente a los pueblos originarios del centro y norte del mismo. Esa expedición se llevó a cabo en 1883 y el Comandante Fontana fue designado como miembro de la Comisión Científica.
Posteriormente Fontana se alejó del Chaco pero escribió antes de partir “El Gran Chaco; descripción geográfica, flora y fauna del noreste argentino” y “Explicación al Plano General del Gran Chaco”. Su actividad será ahora puramente científica y política. En 1884 fue designado como el primer gobernador del Territorio de Chubut y luego el gobierno nacional le encomendó la integración de la IV Comisión Demarcadora de los límites con Chile.
Pasó sus últimos años en San Juan, donde desempeñó varios cargos públicos. Murió en esa ciudad el 18 de octubre de 1920.

viernes, 10 de octubre de 2014

11 DE OCTUBRE ULTIMO DIA DE LIBERTAD DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS AMERICANOS

“Ustedes los blancos presumían que éramos salvajes…. Cuando cantábamos nuestras alabanzas al Sol, a la Luna o al Viento, ustedes nos trataron de idólatras. Sin comprender, ustedes nos han condenado como almas perdidas, simplemente porque nuestra religión era diferente de la vuestra. Nosotros veíamos la obra del Gran Espíritu en casi todo: el Sol, la Luna, los Arboles, el Viento y las Montañas, y a veces nos aproximamos a Él, a través de ellos. ¿Eso era tan malo?.......  Yo pienso que nosotros creemos sinceramente en el Ser Supremo de una fe más fuerte que muchos blancos que nos han tratado de paganos. Los indios, viviendo del lado de la naturaleza, y del maestro de la naturaleza, no viven en la oscuridad”. Cita de Tatanga Maní  o Búfalo Caminante, 1871-1967, oriundo de Canada.
Esa, o muy similar,  era la cosmovisión  que poseían los pueblos originarios de América hasta el 11 de octubre de 1492. Luego el mundo cambió para mal de millones de hombres y mujeres que poblaban el suelo americano, desde hacía miles de años.
Esta América que no fue descubierta por Cristóbal Colón, vio llegar hombres a “las indias”, buscando las especias que el capitalismo incipiente europeo acostumbraba a traer del lejano oriente. Y a partir de allí se impuso por la fuerza un modelo económico y social que tuvo en el oro y la plata el eje sobre el que giró la política de los países que esos momentos dominaban el mundo, y en el que los empresarios burgueses invirtieron importantes capitales, para que los Colón, los Cortéz, los Almagro, los Pizarro,“arriesgados e intrépidos conquistadores”, incursionaran por estas latitudes.
Entonces el paradigma se modificó. Enterados los empresarios y la Corona española de la abundante cantidad de metales preciosos que había en América, se abocaron a organizar expediciones donde el fundamento para la conquista de estas tierras estaba en la “inferioridad intelectual de los salvajes que la poblaban”.
Buscaron y lograron que la máxima autoridad de la Iglesia Católica les diera luz verde, para aplicar mil métodos de sometimiento a estas “poblaciones bárbaras”. Robo, saqueo, destrucción, despojo, crímenes, usurpación, genocidio, son algunos de los sinónimos que dominaron la escena durante quinientos años.
Vinieron con la espada en una mano y la cruz en la otra, y los “perros de la conquista” por detrás, para terminar con los díscolos, los paganos, los sospechosos, “ los subversivos”, y cometieron en nombre de Dios y la Corona, el más grande genocidio que conozca la humanidad.
Decenas de millones de muertos, miles de toneladas de oro y plata y otros recursos naturales usurpados, el ecocidio de los territorios conquistados, fue el trágico final de este proceso, que aún continúa, de manera más sutil, pero las víctimas siguen siendo las mismas y las carencias también.
Pero tras cientos de años de lucha, comienzan a verse algunos resultados de estas reivindicaciones por la que los indígenas han luchado desde el 12 de octubre de 1492: “…regresando o rescatando a nuestro espíritu, para equilibrarnos, es necesario un viaje astral hacia nuestro interior (Historia), y regresar sin las escorias y esquirlas que nos lastiman… Es una forma de desprendernos de los dolores y con el equilibrio seguir armonizando con todo y con Él, caminando hacia el viaje real de nuestro futuro”; cita de Lecko Zamora, referente de la comunidad indígena wichi.

miércoles, 1 de octubre de 2014

EL KARAY OCTUBRE

Las Ciencias Sociales, han incorporado a la mitología de los pueblos americanos, como un integrante más del imaginario colectivo al ponerlos en valor como símbolos de verdadero valor social.
Ertivio Acosta, uno de los estudiosos del folklore regional, ha sido tal vez uno de los que más ha estudiado la simbología de estos pueblos, en especial los de la cultura guaraní.

La historiografía nacional quiso silenciar durante cientos de años, la verdadera dimensión de estos personajes que transitan el camino de la popularidad.
Algunos de estos personajes diabólicos, acompañaron a los indígenas guaraníes en el momento en que fueron apresados por los bandeirantes brasileros, y eran llevados como mano de obra esclava hasta San Pablo, o en manos de los españoles, quienes querían esclavizarlos en nombre de una “ supuesta superioridad emanada de Dios”.
Los guaraníes buscaron la protección de estos duendes, los que en su cosmogonía, no poseían el concepto de maldad diabólica que trajeron los europeos.Los dioses malignos que poblaban el Olimpo Guaraní, sólo aparecían para castigar a los que depredaban la naturaleza, o destruían los recursos de la selva.
Esos duendes han vivido en el imaginario popular de los pueblos originarios y han sufrido una metamorfosis, de manera tal que hoy tienen plena vigencia aunque con otras formas. La colonización cultural a la que se sometió a los pueblos originarios de Latinoamérica, hizo que esta riqueza espiritual permaneciera oculta, ridiculizada, distorsionada, pero estos seres han sobrevivido como una manifestación de supervivencia.
El Dios superior de los Guaraníes era “ Ñanderú Tenondé” o “ Ñanderú Guazú” y un grupo de dioses de segundo nivel, como TUPÁ-
Según esa creencia los hombres habían sido creados para servir a los dioses, pero ellos también protegían a éstos. Los “ Porás” eran para los Guaraníes los encargados de cuidar los frutos del monte, otros cuidaban las aguas o los animales.
KARAY OCTUBRE era un duende maligno, que bajaba a los montes en el primer día de octubre. Como éste era un mes de escasez en la tierra, su función era prevenir sobre la necesidad de guardar alimentos para los momentos en que faltaran los alimentos.
Los guaraníes poseían, a la llegada de los españoles, algunas pequeñas huertas con mandioca, maíz, zapallo y maní. Educados por los jesuitas, supieron guardar alimentos para “ el Dios” y para “ la Iglesia”.
En octubre las chacras quedaban tapadas por las grandes lluvias. Era el momento de la aparición del Karay Octubre, al que relacionaban con el “ hombre malo” que viene a hacerlos prisioneros.
Este duendecito, que tenía la apariencia de un viejito encorvado, iba recogiendo en una bolsa, los alimentos que las familias le dejaban  en la puerta “ señal de que habían sabido guardar” para el mes de la miseria.
El último día de setiembre se celebraban grandes “ comilonas” para que Karay vea que habían guardado víveres. A quien no lo hubiere hecho, le propinaba severas palizas, con una “ guacha” que portaba. Por lo tanto, una vez que el Karay se retiraba, la familia barría la vivienda con ramas bendecidas. Lo hacía en tres esquinas, dejando una libre, para que por ahí se vaya la miseria.