sábado, 30 de enero de 2016

LA TRASTIENDA DE UNA INMIGRACIÓN

2 de febrero de 1878: nace la Colonia Resistencia

Cuando salieron de Friuli no sabían qué paisaje les esperaba en estas tierras. ¿Qué colores habrán imaginado para los amaneceres del Chacú? ¿Era esta la Tierra prometida, tantas veces ofrecida por las agencias de navegación europeas? ¿Alguien les había informado que estas tierras poseían dueños (los pueblos originarios), desde hacía miles de años? ¿Alguien les relató historias de los Qom, Los Moquoit, los Abipones? Habrían escuchado algún relato sobre la existencia de serpientes, yaguaretés, mosquitos, gegenes y carachay, y de los tremendos calores de la región chaqueña?
No obstante esta trascendente ignorancia, cualquier escenario por más misérrimo que fuera, sería mejor que aquel terruño que estaban habitando y que tanto les costaba dejar, tal vez para nunca más volverlo a ver.
Aquellos países europeos, en plena crisis del capitalismo, en su etapa superior (el imperialismo), habían llegado al exceso de producción de mercancías, lo que había generado una caída abrupta de los precios agrícolas, y el desempleo recorría  las calles de Europa buscando víctimas inocentes. El éxodo rural hacia las grandes ciudades, fue la secuela trágica de esa deformación en las leyes del mercado.
Los pensadores liberales europeos creían que la emigración sería una ventaja para el comercio de la nación de origen. Crear colonias era funcional a esa etapa de expansión del capitalismo, ya que era un camino para incrementar riquezas y de penetración cultural.
Algunas naciones veían con pesimismo el éxodo de jóvenes, ya que en ellos residía la “energía de la nación”, más otros sostenían que expulsando a miles de aquellos seres desarraigados, era una posibilidad de frenar la presión social que había estallado en forma de rebeliones populares, algunas muy sangrientas y donde estuvo en el debate la cuestión del poder. (Devoto, E. 2003)
Entre los factores que operaron en los países de atracción, aparecen la rebaja en los pasajes marítimos y los créditos, con el fin de que puedan ser adquiridos. Las diferencias de salario (en Argentina eran el doble); las promesas de fácil acceso a la tierra, fueron  motivos suficientes para tentar a más de uno, a cargar sus baúles de esperanzas y partir allende los mares.
Es la expansión capitalista de los países centrales, la que genera una fuerte demanda de mano de obra, no calificada, en los países periféricos, entre ellos la Argentina, a quién se “induce” a seguir un camino de desarrollo, como país agro-exportador y dependiente.
Entonces, por la manera que los que pergeñaron este modelo de país, era necesario algunas condiciones previas, como ser la eliminación de los pueblos originarios, la “distribución” de la tierra, el desarrollo del ferrocarril; la fundación de colonias y el poblamiento con contingentes humanos proveniente de países vecinos o del viejo continente. (Barreto, E. 2011)
Las condiciones de vida al arribo de los inmigrantes, entre ellos los que llegaron a la Colonia Resistencia cuando promediaba el verano de 1878,no fueron un lecho de rosas; pero entre ellos fueron tejiendo redes de solidaridad que permitieron paliar los sufrimientos y carencias que les presentaba el escenario chaqueño. De esa manera, ni bien llegados, comenzaron a surgir las Sociedades de Socorros Mutuos, las Cooperativas y posteriormente los sindicatos, los que contribuyeron a mantener viva la llama de un futuro mejor que el del país de donde habían partido.
 
Inmigrantes europeos arribados al Chaco

Sala de Inmigrantes eurpeos en el Museo