jueves, 25 de diciembre de 2014
sábado, 13 de diciembre de 2014
13 de diciembre de 1976: ANIVERSARIO DE LA MASACRE DE MARGARITA BELEN
El Área de Investigaciones Históricas (AIH) del Museo del Hombre Chaqueño, evoca la Masacre de Margarita Belén ocurrida el 13 de diciembre de 1976, cuando un grupo de militares y policías mientras “trasladaban” a un contingente de presos políticos, procedió a su fusilamiento, apoyados por comandos que operaban en vehículos de apoyo.
Fue ésta una de las masacres más grandes ocurridas en nuestra provincia, con el agravante que muchos de los cuerpos de los fusilados, nunca fueron encontrados. Esta metodología del Terrorismo de Estado, perpetrado por la dictadura cívico-militar, que interrumpió el sistema democrático en 1976, se aplicó sistemáticamente en la historia argentina, contra quienes no entraban en “ el modelo capitalista burgués”, pergeñado a partir del último tercio del siglo XIX: indígenas, gauchos, gringos no deseables, obreros y estudiantes.
Pero la filosofía y la estructura del Terrorismo de Estado se perfeccionó de manera extraordinaria ya antes del golpe de estado del 24 de marzo de 1976. “Los opositores” no sólo debían ser neutralizados” sino que había que combatirlos como enemigos que actuaban ilegalmente, por lo tanto no se los podía combatir, siguiendo las normas y los acuerdos que rigen en una guerra convencional, sostenían los asesores del quiebre institucional.
Los CCD (Centros Clandestinos de Detención), más de seiscientos en todo el país, funcionaron como verdaderos campos de concentración y exterminio. Los secuestrados, “detenidos y/o demorados”, eran mantenidos con vida durante meses, hasta que los altos mandos militares decidían su “traslado”. Esto significaba , en la mayoría de los casos, la casi segura muerte del “chupado o secuestrado”, y su cadáver ocultado en una fosa común, sin identidad, como NN.
El general Ibérico Manuel Saint Jean, gobernador militar de la provincia de Buenos Aires, fue claro al respecto: “Primero eliminaremos a los subversivos, después a los cómplices, luego a sus simpatizantes, y por último a los indiferentes y a los tibios”.
En un “traslado de rutina” los transportadores de 22 jóvenes, presos políticos, simularon una emboscada de subversivos y un intento de fuga de los transportados por la Ruta Nacional 11, en cercanía de Margarita Belén. El resultado: todos los presos muertos. Algunos de ellos fueron encontrados , otros no.
La vigencia de la consigna Memoria, Verdad y Justicia, logró el juzgamiento y condena de varios de esos ejecutores. Y hoy más que nunca, el conocimiento de estos hechos trágicos, debe convocar a la reflexión para que nunca más se tiña de sangre la historia del Chaco.
Fue ésta una de las masacres más grandes ocurridas en nuestra provincia, con el agravante que muchos de los cuerpos de los fusilados, nunca fueron encontrados. Esta metodología del Terrorismo de Estado, perpetrado por la dictadura cívico-militar, que interrumpió el sistema democrático en 1976, se aplicó sistemáticamente en la historia argentina, contra quienes no entraban en “ el modelo capitalista burgués”, pergeñado a partir del último tercio del siglo XIX: indígenas, gauchos, gringos no deseables, obreros y estudiantes.
Monumento en Margarita Belén |
Pero la filosofía y la estructura del Terrorismo de Estado se perfeccionó de manera extraordinaria ya antes del golpe de estado del 24 de marzo de 1976. “Los opositores” no sólo debían ser neutralizados” sino que había que combatirlos como enemigos que actuaban ilegalmente, por lo tanto no se los podía combatir, siguiendo las normas y los acuerdos que rigen en una guerra convencional, sostenían los asesores del quiebre institucional.
Los CCD (Centros Clandestinos de Detención), más de seiscientos en todo el país, funcionaron como verdaderos campos de concentración y exterminio. Los secuestrados, “detenidos y/o demorados”, eran mantenidos con vida durante meses, hasta que los altos mandos militares decidían su “traslado”. Esto significaba , en la mayoría de los casos, la casi segura muerte del “chupado o secuestrado”, y su cadáver ocultado en una fosa común, sin identidad, como NN.
El general Ibérico Manuel Saint Jean, gobernador militar de la provincia de Buenos Aires, fue claro al respecto: “Primero eliminaremos a los subversivos, después a los cómplices, luego a sus simpatizantes, y por último a los indiferentes y a los tibios”.
En un “traslado de rutina” los transportadores de 22 jóvenes, presos políticos, simularon una emboscada de subversivos y un intento de fuga de los transportados por la Ruta Nacional 11, en cercanía de Margarita Belén. El resultado: todos los presos muertos. Algunos de ellos fueron encontrados , otros no.
La vigencia de la consigna Memoria, Verdad y Justicia, logró el juzgamiento y condena de varios de esos ejecutores. Y hoy más que nunca, el conocimiento de estos hechos trágicos, debe convocar a la reflexión para que nunca más se tiña de sangre la historia del Chaco.
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