jueves, 20 de marzo de 2014

DIA DE LA MEMORIA

El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño “Ertivio Acosta” conmemora el Día de la Memoria a celebrarse el próximo 24 de marzo, con una serie de acontecimientos que nos hacen reflexionar acerca del Nunca Más.
“Queda prohibida toda actividad que se cumpla por parte de las 62 organizaciones peronistas o cualquier otra cosa que lo sustituya”. “Prohíbase toda actividad a las siguientes organizaciones: Partido Comunista Revolucionario (PCR), Partido Socialista de los Trabajadores (PST),Partido Político Obrero (PO),Partido Comunista Marxista Leninista. También está en plena vigencia la suspensión del derecho de huelga”.
De esta manera el Coronel Oscar Zucconi, primer interventor militar, a partir de las 3 de la mañana del 24 de marzo de 1976, comunicaba a al pueblo del Chaco, las normas a que debía ajustarse la población de esta provincia en sintonía con lo que ocurría en el orden nacional.
Comenzaba así la etapa más sangrienta de la historia nacional.
Muchas secuelas de aquel proceso genocida lo seguimos padeciendo en nuestra presente, por ello apelamos a la memoria colectiva con el objetivo de difundir parte de aquella trágica etapa.
“Estas decisiones se toman ante la dramática situación económica por la que atraviesa el país, que torna imperativa la adopción de todas las medidas necesarias para superarlas.” –expresaban los voceros militares.
La provincia del Chaco integró el área militar 232, a cargo del Segundo Cuerpo del Ejército que se extendió hacia el nordeste abarcando todo el litoral norte del país.
Al Coronel Zucconi lo reemplazó el coronel Serrano, y posteriormente el coronel Ruiz Palacios.
A partir de ese momento se empezaron a llenar de presos las cárceles del país y durante siete años las detenciones, la tortura y la desaparición forzada de personas fue el método más utilizado para eliminar a los luchadores populares.
Los métodos de persecución estaban preparados desde el Plan Cóndor, que implementaron las fuerzas militares de varios países americanos, con el asesoramiento del Pentágono y la CIA norteamericanos.
El Día de la Memoria invita a recordar a los desaparecidos y a reflexionar sobre lo acontecido en aquellos años como una forma de señalar que toda Nación democrática que aspire al respeto de los Derechos Humanos, debe sostenerse con criterios de Verdad y Justicia.

Juan de Garay UN TIRANO EN LA CONQUISTA

El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño “Ertivio Acosta” recuerda a Juan De Garay, fundador de las ciudades de Santa Fe (1573) y Buenos Aires (1580), quien además fue el creador de la expresión “…abrir puertas a la tierra”, frase máxima de toda la administración española en esta parte de América. Con ella, quería indicar la necesidad de fundar ciudades para romper el aislamiento de la ciudad de Asunción. Un camino río abajo comunicaría esta ciudad con el océano Atlántico y la conectaría con la metrópoli y la otra hacia el Alto Perú.
El principal objetivo y preocupación de los conquistadores era llegar al Cerro de Potosí, en Bolivia, de donde extraían miles de toneladas de oro y plata, luego de explotar a los trabajadores indígenas causando la muerte de millones de ellos.
Fue un hombre emblema para los conquistadores, no dudó un instante en condenar a muerte a los siete jefes de su propia tropa, que en Santa Fe, se sublevaron contra sus arbitrariedades.
Por los mismos caminos y con los mismos objetivos de Sebastián Gaboto, Pedro de Mendoza, Irala y Ayolas recorrió el río Paraná buscando lugares estratégicos para fundar ciudades.

El 20 de marzo de 1583, acompañando a Sotomayor en su viaje de Buenos Aires a Santa Fe, decidió acampar cerca de la vieja fundación de Sancti Spiritu (el viejo fuerte de Gaboto). Allí fue muerto por los indígenas querandíes, que además mataron al franciscano que los acompañaba y a doce de sus soldados.

miércoles, 12 de marzo de 2014

FUNDACION Y POBLAMIENTO DE SAN BUENAVENTURA DEL MONTE ALTO

Esta segunda semana de marzo, el Museo del Hombre Chaqueño "Profesor Ertivio Acosta", a través de su  Área de Investigaciones Históricas, evoca el proceso que dio origen a San Buenaventura del Monte Alto, oportunidad que es propicia además para reflexionar sobre el significado que tuvieron estas instituciones en la "regulación y disciplinamiento" de los pueblos originarios.
Creadas con el supuesto objetivo de evangelización de los "bárbaros" indígenas, muchas de estas reducciones finalizaron convirtiéndose en verdaderos campos de "disciplinamiento", para poder tener a disposición del hombre blanco, la mano de obra barata que necesitaba el capitalismo tardío implantado en estas latitudes.
Curas franciscanos, como el padre Fray Antonio Grossi, Agustín Bertaca y Francisco Ristoto, fueron artífices de la fundación y poblamiento de la Reducción de Monte Alto.
Puesta bajo la advocación de San Buenaventura, fue fundada el 12 de marzo de 1865, y los días posteriores se dedicaron a atraer a los "indios mansos" que quisieran poblarla. Tobas y Vilelas amigos, bajo el cacicazgo de Leoncito, lograron contener una población de 180 indígenas que fueron educados para las tareas agrícolas, la vida en chozas individuales y las
primeras enseñanzas del catecismo.
Con la colaboración de los propios indígenas más una subvención de los gobiernos nacionales y de Corrientes, esta reducción logró subsistir hasta 1869, en que las autoridades suspendieron toda ayuda.
La resistencia indígena, aún dentro de la misión (ya que el liderazgo de Leoncito era sólo para tiempos de guerra), impidió, junto a otras adversidades, el desarrollo armónico de la labor misionera.
Él apoyo al proyecto franciscano, había caducado hacia 1870. Fray Bertaca y Ristoto, permanecieron hasta 1875, año en que abandonaron la misión y retornaron a Corrientes. Dejaron la reducción a cargo de Leoncito, pero todo el esplendor de los primeros tiempos fue desapareciendo.
Los materiales que pertenecían a la obra original, y que permanecieron a pesar de los robos frecuentes, fueron rescatados por personal del Museo del Hombre Chaqueño y del Museo Ichoalay. En el primero de ellos se puede apreciar una pira bautismal, diez placas de bronce, una estatua de San Antonio, un moño de bandera de ceremonia, una estatua de San Fernando de 1,50 metros de altura, una campana de hierro original, una cruz de hierro de un metro de altura, todo perteneciente al patrimonio de la reducción de Monte Alto.
Concluyó así uno de los intentos misionales más importantes del Chaco durante el siglo XIX, A partir del siglo siguiente las Reducciones Indígenas, tendrán otra funcionalidad, configurando un lugar de encierro con formas casi esclavas de trabajo de los pueblos originarios. Allí en una de esas Reducciones, ocurrió la Matanza de Napalpí. Pero esa historia
merece otros relatos.

IGUALDAD PARA HOMBRES Y MUJERES

El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño “Ertivio Acosta”, evocó el 11 de marzo la sanción en 1949, de la Nueva Constitución Nacional.
En ella se establecen la igualdad jurídica del hombre y la mujer y la inclusión de los derechos sociales para garantizar una vida digna.
Por primera vez eran incorporados los derechos del trabajador, de la niñez y de la ancianidad, por la que se venía bregando desde el comienzo de nuestro nacimiento como Nación.
Fue derogada por la dictadura de 1955, encabezada por los generales Lonardi y Aramburu.

LA LIBERTAD DE LOS INDÍGENAS

El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño “Ertivio Acosta”, evocó el 12 de marzo un nuevo aniversario del decreto sancionado por la Asamblea del Año XIII, por el cual  se extingue el tributo indígena y se deroga la mita, la encomienda y el yanaconazgo, y declara a los indios como hombres libres con iguales derechos que el resto de los ciudadanos.
Era esa una política de avanzada, que en el mismo camino de Simón Bolívar, declaraba a los pueblos originarios, sujetos de plenos derechos, capaces de construir su propia identidad.
En el ideario de los hombres de mayo de 1810, estaban presentes estos principios, y después Manuel Belgrano y Juan J. Castelli, lo pusieron en práctica en sus incursiones por Paraguay y en la Frontera Norte del país.
El cumplimiento efectivo de estos derechos estuvo lejos de cumplirse plenamente, es más, la generación del ‘80, los grupos dominantes de la Argentina de fines de siglo XIX, ejecutaron un plan de exterminio contra los indígenas para allanar el camino a las fuerzas de la oligarquía y el imperialismo, que ocuparían las tierras pertenecientes desde siempre a las comunidades indígenas.
El modelo económico y social implementado, no incluía a los pueblos originarios, y serían otras formas de dominio, las que habrían de someter a los que sobrevivieron, con el propósito de disciplinarlos e introducirlos forzadamente a las nuevas formas de producción puestas en vigencia.
Las Reducciones reemplazaron a las mitas y encomiendas, y como triste ejemplo tenemos en el Chaco la de Napalpí, escenario de una de las mayores matanzas indígenas en la Argentina moderna.

jueves, 6 de marzo de 2014

CARRILLO Y LA POLITICA SANITARIA

El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño “Ertivio Acosta”, evoca hoy la figura del doctor Ramón Carrillo, más conocido como el médico de Perón, nacido el 7 de marzo de 1906, en Santiago del Estero.
El Dr. Carrillo impulsó una política de salud que buscaba igualar las oportunidades de todos los hombres en el plano de la salud.
Comenzó a tratar a la salud como política de Estado por primera vez en la Argentina, cuando el General Perón lo convocó para desempeñarse como Ministro de Salud Pública de la Nación. Su política sanitaria tenía como ejes fundamentales el considerar que todos los hombres tienen igual derecho a la vida y que no puede haber política sanitaria, sin política social.

Murió en el exilio, en Belem do Pará, Brasil, en 1956.