“A lo largo de los siglos, América Latina, no sólo ha sufrido el despojo del oro y la plata; del salitre y del caucho; del cobre y del petróleo; también ha sufrido la usurpación de la memoria” (Eduardo Galeano)
Los indígenas que habitaban el CHACÚ, “de acuerdo al clima, la comida y el lugar, fueron formando sus propias lenguas, su propio color de piel y adaptándose a la naturaleza. De esta manera fueron tallando su propia identidad “, sostiene un referente mocoi.
De esta manera, con la voz de uno de los cientos de miles de hacedores de la primera historia del Chaco, pocas veces escuchado, nos vamos nutriendo de ese mundo mágico, truncado por nuevas estructuras morales.
Esa cosmovisión cargada de misterio y esperanza, fue bruscamente interrumpida por hombres que llegaron del este y del norte, a fines del siglo XV. Ellos quedaron a cargo del relato de las historias de estos pueblos milenarios; luego se apoderaron de sus vidas en el genocidio más grande de la historia, posteriormente fueron por la tierra y las riquezas minerales, vedando finalmente la historia.
La sabiduría indígena, sus luchas por la vida y la libertad, por la defensa de sus riquezas aún se mantiene, a través de distintas manifestaciones, una de ellas son los mitos, por lo general orales, que han sobrevivido por más de 500 años.
En el año 1983, el Pastor Presidente de la Iglesia del Verbo, en EE.UU, se atribuyó el triunfo de la guerras santa, que exterminó a 440 comunidades indígenas. Según él, su hazaña no hubiese sido posible sin la ayuda del Espíritu Santo. Ejemplos de esta crueldad ya lo habían experimentado los indígenas de toda América, incluidos los del Chaco.
El Área de investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño, pone en valor estas culturas ancestrales, al conmemorarse hoy el Día del Indígena Americano, rescatando de la memoria colectiva todas las expresiones de estos pueblos como una de las mayores riquezas de su diversidad cultural.
Los indígenas que habitaban el CHACÚ, “de acuerdo al clima, la comida y el lugar, fueron formando sus propias lenguas, su propio color de piel y adaptándose a la naturaleza. De esta manera fueron tallando su propia identidad “, sostiene un referente mocoi.
De esta manera, con la voz de uno de los cientos de miles de hacedores de la primera historia del Chaco, pocas veces escuchado, nos vamos nutriendo de ese mundo mágico, truncado por nuevas estructuras morales.
Esa cosmovisión cargada de misterio y esperanza, fue bruscamente interrumpida por hombres que llegaron del este y del norte, a fines del siglo XV. Ellos quedaron a cargo del relato de las historias de estos pueblos milenarios; luego se apoderaron de sus vidas en el genocidio más grande de la historia, posteriormente fueron por la tierra y las riquezas minerales, vedando finalmente la historia.
La sabiduría indígena, sus luchas por la vida y la libertad, por la defensa de sus riquezas aún se mantiene, a través de distintas manifestaciones, una de ellas son los mitos, por lo general orales, que han sobrevivido por más de 500 años.
En el año 1983, el Pastor Presidente de la Iglesia del Verbo, en EE.UU, se atribuyó el triunfo de la guerras santa, que exterminó a 440 comunidades indígenas. Según él, su hazaña no hubiese sido posible sin la ayuda del Espíritu Santo. Ejemplos de esta crueldad ya lo habían experimentado los indígenas de toda América, incluidos los del Chaco.
El Área de investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño, pone en valor estas culturas ancestrales, al conmemorarse hoy el Día del Indígena Americano, rescatando de la memoria colectiva todas las expresiones de estos pueblos como una de las mayores riquezas de su diversidad cultural.