El 26 de julio de 1952, se apagaba la vida de María Eva Duarte, más conocida por Evita. Su vida junto al General Perón fue un acto de entrega permanente hacia los sectores más humildes de la patria profunda.
Los invisibilizados por la política y la economía oligárquica e imperialista, fueron reivindicados por esta mujer que fue condenada, humillada, vilipendiada por los representantes de los intereses extranjeros, asociados al capital nacional.
Fue ella quien motorizo a las organizaciones sindicales del Chaco a movilizar sus cuadros para presionar al Congreso Nacional a sancionar la ley que declare al Territorio de Chaco con el status de Provincia.
Al cumplirse un nuevo aniversario de su fallecimiento, el Área de Investigaciones Históricas del Museo de Hombre Chaqueño, evoca su figura y pone en valor sus virtudes, forjadoras de la unidad latinoamericana y la justicia social para sus pobladores.
Los invisibilizados por la política y la economía oligárquica e imperialista, fueron reivindicados por esta mujer que fue condenada, humillada, vilipendiada por los representantes de los intereses extranjeros, asociados al capital nacional.
Fue ella quien motorizo a las organizaciones sindicales del Chaco a movilizar sus cuadros para presionar al Congreso Nacional a sancionar la ley que declare al Territorio de Chaco con el status de Provincia.
Al cumplirse un nuevo aniversario de su fallecimiento, el Área de Investigaciones Históricas del Museo de Hombre Chaqueño, evoca su figura y pone en valor sus virtudes, forjadoras de la unidad latinoamericana y la justicia social para sus pobladores.
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