EL CORDOBAZO
El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño “Profesor Ertivio Acosta”, evoca el 43º aniversario de una las gestas de rebeldía popular más importantes de la Argentina.
Aquel 29 mayo estalló la ira popular, y durante tres días los obreros y estudiantes cordobeses combatieron a la policía y al ejército de la dictadura cívico-militar del General Juan Carlos Onganía.
Los militares golpistas, autoproclamándose los custodios de la “Seguridad Nacional”, habían destituido al gobierno democrático del doctor Arturo Íllia, el 28 de junio de 1966. Desde ese momento pusieron en práctica un plan de concentración y centralización monopolista, y de ajuste interno que significó hambre y desocupación para los sectores populares.
La privatización del Comedor Universitario en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), generó el estallido del Correntinazo, gesta del combate estudiantil que le costó la vida al estudiante Juan José Cabral. Esa fue la mecha que encendió el polvorín de descontento popular, que se extendió a todo el país. Tucumán, Rosario, Mendoza, fueron las cabeceras de la sublevación obrero-estudiantil. Los estudiantes Blanco y Bello en Rosario, pagaron con su vida estos levantamientos contra la opresión y la tiranía.
Pero sería Córdoba el centro del combate. Allí, la explotación laboral se hacía sentir con mucho más evidencia. Pero como contrapartida había surgido un grupo de dirigentes obreros y estudiantiles que no se doblegaban ante los cantos de sirena del gobierno militar. Sindicalistas de la talla de Agustín Tosco, René Salamanca, Elpidio Torres, y otros llamaron a un paro activo para el 29 de mayo a partir de las 9 de la mañana.
Cuando las columnas obreras llegaron al centro cordobés la represión policial no se hizo esperar. La respuesta obrero-estudiantil se hizo fuerte en barrios como San Vicente, Alberdi y Clínicas, donde, durante tres días los combatientes populares tuvieron en jaque a la policía y al ejército.
Nunca se supo la cantidad de muertos y heridos de aquella insurrección, pero esta gesta quedó gravada en la memoria colectiva de los argentinos como un emblema de la lucha popular contra cualquier intento de acallar al pueblo y cercenar sus libertades.