viernes, 23 de mayo de 2014

LA EMANCIPACIÓN DE MAYO CON VALORES ACTUALES

El  Área de Investigaciones Históricas, del Museo del Hombre Chaqueño “Ertivio Acosta” evoca esta semana la gesta emancipadora de mayo de 1810.
Desde hacía tres siglos, el yugo monopólico de la monarquía española impedía el desarrollo comercial del Río de La Plata y la autodeterminación de los pueblos de la región y el resto de América, al sur del Río Colorado.
El genocidio de la corona española contra los pueblos originarios de estas tierras (hoy América Latina), fue el mayor operativo de exterminio en la historia de la humanidad.
Movidos por la codicia de apoderarse del oro, la plata y otros recursos americanos como el caucho, el azúcar o el cacao americano, los españoles lucharon durante trescientos años contra la resistencia de los habitantes de este suelo. Y dieron magníficos ejemplos de rebeldía contra el sometimiento, la esclavitud y las injusticias sociales.
Decenas de líderes negros, indígenas y criollos dieron su vida junto a los suyos, por un ideal de libertad, en todos los planos de la vida personal e institucional.
Desde Caonabó, primer revolucionario americano, hasta Bolívar, pasando por Artigas y Monteagudo, centenares de patriotas fueron organizadores de movimientos independentistas, con éxitos y fracasos.
Pero en el subsuelo americano latía el ideal de independencia desde el primer momento de atropello y la usurpación española.

Con el ejemplo de los mártires revolucionarios y el arsenal teórico de la Ilustración Francesa, cuyas ideas (Rousseau, Voltaire, Montesquieu) triunfaron en 1789, un grupo de hombres del Río de la Plata produjo un estallido de rebelión popular en la semana de mayo de 1810.
Luego del cabildo abierto del 6 de agosto de 1806 (durante las invasiones inglesas) que destituyó al virrey Sobremonte y nombró a Liniers, los patriotas criollos habían aprendido las primeras lecciones de la soberanía popular.
Este antecedente obrará en la semana del 18 al 25 de mayo como un disparador que precipitó el desarrollo de las acciones y que tuvieron su pico culminante en el Cabildo Abierto del 22 de mayo, y los hechos del 25 de ese mes.
Esa semana de acciones revolucionarias, marcaron el comienzo del fin del dominio español en las tierras del Plata.
Luego vinieron los debates en torno al carácter de una Constitución y sobre la forma de gobierno, que pusieron en peligro el proceso emancipador. Éste solo pudo consolidarse y triunfar gracias al accionar del Ejercito Patrio, eficazmente dirigido por el General San Martín.
La independencia política estaba lograda hacia 1816, faltaba la unidad nacional y la igualdad social para los sectores más postergados de la sociedad.
Igualdad, fraternidad y justicia fueron banderas de la Revolución de Mayo, por las que aún hoy se sigue luchando, con el ideal de una segunda independencia y la unidad latinoamericana. Ese es el legado inconcluso de los patriotas de mayo.

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