La capilla San Fernando Rey fue fundada un día después de la Reducción de San Fernando Rey para indígenas abipones. Es decir el 27 de agosto de 1750. Estaba ubicada en las afueras de lo que hoy lleva el nombre de Resistencia.
Su objetivo era la evangelización de los pueblos originarios como ya se había hecho en el centro y norte de la provincia de Santa Fe.
La Reducción estuvo regenteada por la orden de los Jesuitas hasta su expulsión en el año 1767, por orden de la Corona Española.
Al abandonar los jesuitas el territorio, la reducción quedó a cargo de la orden de los franciscanos, la que por diferentes motivos fue definitivamente abandonada en 1773. En 23 años había logrado parcialmente los objetivos para los que fue creada.
El lugar donde estuvo emplazada adoptó posteriormente el nombre de Paraje San Fernando, que se mantuvo hasta 1778, cuando llegaron los primeros inmigrantes.
Los abipones, una tribu muy belicosa que los conquistadores denominaban “ los espartanos de la selva”, comenzaron su desplazamiento hacia el sur del Río Bermejo, a comienzos del siglo XVI.
Los Jesuitas lograron importantes éxitos en su tarea de evangelizarlos a pesar de la fuerte resistencia y obstinamiento de los caciques abipones, quienes no soportaban estar sujetos a normas disciplinarias. Muchos de ellos pasaron a practicar una agricultura de manutención.
Debido al éxito de los jesuitas en Santa Fe, las autoridades de Corrientes por intermedio de Cacique Ichoalay lograron el apoyo del Cacique Ñaré, quien fue nombrado Corregidor de la Reducción, logrando la sumisión de los abipones por casi dos décadas.
Los abipones finalmente fueron reducidos a pueblo. Pero la resistencia indígena seguía latiendo en el espíritu de sus pueblos.
Los indígenas que no pertenecían a la Reducción hostilizaban permanentemente a los abipones, por haberse sometido a las normas de los religiosos. Este hostigamiento será uno de los motivos del paulatino abandono de la misma.
En sus momentos de apogeo, la reducción de San Fernando logró producir carretas y embarcaciones para sacar su producción por el Río Paraná.
Hacia 1773 la reducción fue definitivamente abandonada. Las contradicciones económicas y políticas entre el adentro y afuera de la reducción no fueron resueltas satisfactoriamente, y la Reducción de San Fernando pasó a ser uno de los más importantes intentos de convivencia pacífica entre “ los blancos” y los pueblos originarios, que no quisieron vender su libertad.
Su objetivo era la evangelización de los pueblos originarios como ya se había hecho en el centro y norte de la provincia de Santa Fe.
La Reducción estuvo regenteada por la orden de los Jesuitas hasta su expulsión en el año 1767, por orden de la Corona Española.
Al abandonar los jesuitas el territorio, la reducción quedó a cargo de la orden de los franciscanos, la que por diferentes motivos fue definitivamente abandonada en 1773. En 23 años había logrado parcialmente los objetivos para los que fue creada.
El lugar donde estuvo emplazada adoptó posteriormente el nombre de Paraje San Fernando, que se mantuvo hasta 1778, cuando llegaron los primeros inmigrantes.
Los abipones, una tribu muy belicosa que los conquistadores denominaban “ los espartanos de la selva”, comenzaron su desplazamiento hacia el sur del Río Bermejo, a comienzos del siglo XVI.
Los Jesuitas lograron importantes éxitos en su tarea de evangelizarlos a pesar de la fuerte resistencia y obstinamiento de los caciques abipones, quienes no soportaban estar sujetos a normas disciplinarias. Muchos de ellos pasaron a practicar una agricultura de manutención.
Debido al éxito de los jesuitas en Santa Fe, las autoridades de Corrientes por intermedio de Cacique Ichoalay lograron el apoyo del Cacique Ñaré, quien fue nombrado Corregidor de la Reducción, logrando la sumisión de los abipones por casi dos décadas.
Los abipones finalmente fueron reducidos a pueblo. Pero la resistencia indígena seguía latiendo en el espíritu de sus pueblos.
Los indígenas que no pertenecían a la Reducción hostilizaban permanentemente a los abipones, por haberse sometido a las normas de los religiosos. Este hostigamiento será uno de los motivos del paulatino abandono de la misma.
En sus momentos de apogeo, la reducción de San Fernando logró producir carretas y embarcaciones para sacar su producción por el Río Paraná.
Hacia 1773 la reducción fue definitivamente abandonada. Las contradicciones económicas y políticas entre el adentro y afuera de la reducción no fueron resueltas satisfactoriamente, y la Reducción de San Fernando pasó a ser uno de los más importantes intentos de convivencia pacífica entre “ los blancos” y los pueblos originarios, que no quisieron vender su libertad.
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