lunes, 28 de abril de 2014

Día Internacional de los Trabajadores

LA LUCHA PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA

El Área de Investigaciones Históricas del Museo del Hombre Chaqueño "Ertivio Acosta" conmemora el día del trabajador próximo, recordando que es una fecha en la cual deben reforzarse los objetivos de lucha.
El informe del ingeniero Bialet Massé sobre el Estado de las Clases Obreras en la Argentina era lapidario con respecto al Chaco. Éste era precisamente uno de los Territorios donde la clase trabajadora soportaba peores condiciones de trabajo. Los obrajes forestales, instalados ya desde 1865 en la ribera del Paraná, tenían sumidos a criollos e indígenas a un sistema de semiesclavitud hacia 1904.
La baratura de la mano de obra, el trabajo de sol a sol, la mala alimentación, las enfermedades provocadas por los insectos, los accidentes de trabajo, la falta absoluta de legislación que protegiera al obrero, a lo que debe sumarse el pago en vales; colocaba a la clase trabajadora de Chaco en una de las más castigadas del país.
Pero como todo mal tiene su fin, a la llegada de los inmigrantes en el final del siglo XIX, los trabajadores del monte y los pocos urbanos, aprendieron de ellos las formas de organización, que necesitaban para sacarse de encima el yugo de la explotación.

Fue así que a partir de 1905 nacieron en el norte santafesino y en todo el Chaco, las primeras “sociedades de resistencia”, impulsadas por obreros de ideología anarquista, los que aspiraban a la liberación del hombre a través del accionar de los sindicatos revolucionarios.
En ese marco, el 1° de mayo, era el día más emblemático en la agenda sindical. A éstos anarquistas se agregaron los socialistas y posteriormente los comunistas, quienes encabezaron el Movimiento Obrero del Chaco hasta 1945, momento en que hace irrupción el peronismo.
Con sus escasos recursos, aquellos primeros dirigentes obreros (nadie cobraba por ser dirigente, no tenían licencia gremial),  todos los años organizaban los actos en homenaje a los Mártires de Chicago, que en 1886, habían sido acribillados y condenados a muerte por pelear por las 8 horas de trabajo diarias.
En un clima sencillo y austero pero cargado de emotividad, las banderas rojas y negras daban marco a los actos que hasta la década del cuarenta, coronaron este día de lucha de los obreros del campo y la ciudad.
Hasta 1929 los actos se hacían en forma separada, pero con la consigna de los militantes comunistas en torno a la necesidad de la unidad, la Plaza 25 de mayo o la Plaza España, desbordaba de militantes cada 1 de mayo.
Los trabajadores del Chaco, tuvieron sus propias masacres, persecuciones, detenciones y torturas. Pero siempre tuvieron claro la necesidad de la unida para la lucha y una inclaudicable altura moral. Los obreros no perdonaban a los “dirigentes pro patronales” .
A partir del la Segunda Guerra Mundial, otro fue el panorama de los actos del 1 de mayo, pero hasta 1950 aproximadamente, siempre se mantuvo el carácter de día de lucha, único medio posible de mejorar la calidad de vida de sus protagonistas.

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